El Oprobioso Artículo 16
Se ha aprobado el disparatado y absurdo articulo 16 de nuestra nueva Constitución.
Este blog está de luto. Los verdaderos DOMINICANOS estamos de luto.
Los ideales de Juan Pablo Duarte, Padre de la Patria, han sido pisoteados.
Nuestro mas grande guerrero, Gregorio Luperón se revuelca en su tumba. Duarte ha sido apuñaleado por la espalda. La patria ha sido vendida. Nuestros Padres Fundadores ha sido traicionados.
Los próceres, general Antonio Duvergé vencedor de las batallas de Azua, del Memizo, de Cachimán, y de El Número, y el general José María Cabral, héroe de la Batalla de Santomé lloran en coro desde el más allá. La nación dominicana ha sido condenada a muerte. Así lo veo yo. Y Yo repudio el desgraciado artículo.
Los ideales de Juan Pablo Duarte, Padre de la Patria, han sido pisoteados.
Nuestro mas grande guerrero, Gregorio Luperón se revuelca en su tumba. Duarte ha sido apuñaleado por la espalda. La patria ha sido vendida. Nuestros Padres Fundadores ha sido traicionados.
Los próceres, general Antonio Duvergé vencedor de las batallas de Azua, del Memizo, de Cachimán, y de El Número, y el general José María Cabral, héroe de la Batalla de Santomé lloran en coro desde el más allá. La nación dominicana ha sido condenada a muerte. Así lo veo yo. Y Yo repudio el desgraciado artículo.
Ha valido mas la conveniencia política personal, el acuerdo de aposento. Se ha cedido a las presiones internacionales, a las presiones de las infames ONGs, de los caucus, de los cabilderos, a presiones de gentuza pagada por intereses extranjeros, de los quislings ubícuos. Se ha complacido a los traficantes de seres humanos, a los explotadores de la mano de obra haitiana, a los que viven de la miseria ajena, a los zánganos pseudoreligiosos difamadores de nuestra nacionalidad.
Se ha cumplido con las agendas de ELLOS, se satisface el calendario establecido para la muerte de nuestra nación, todo va como ELLOS quieren, todo ha salido tal como ELLOS han querido.
Con la colaboración y sostén ideológico de cuatro o cinco pseudointelectuales, frustrados políticos, profesores de la letrina histórica, a quienes los dominicanos siempre han repudiado y nunca han seguido. Todo el mundo aquí los conoce. De ahí sus sentimientos de venganza, en contra de su propio pueblo. La llegada de ellos a la rancia vejez y a la decrépita senectud habla muy bién del espíritu de tolerancia de nuestro pueblo.
Esa agenda extranjera consiste en fundir ambos pueblos, el haitiano y el dominicano, en uno, ambas naciones en una, ambos estados en uno. El pueblo dominicano, que resistió valerosamente la Ocupación Haitiana durante 22 años, la Anexión a España y dos invasiones usamericanas jamás permitirá eso, y las grandes potencias lo saben.
La claudicación de nuestro presidente ante la agenda internacional, como autor responsable de dicho proyecto de constitución, y también autor del infame artículo, es históricamente imperdonable. Da que pensar que hayan podido ponerse de acuerdo el presidente de la república y el principal líder de la oposición en materia tan espinosa e importante, cuando en otras tonterias son irreconciliables. Un acuerdo semejante no podía resultar en otra cosa que la mezcla genética de rana con tarántula (el famoso cruce de Maco con Cacata).
Los dominicanos somos, más que tolerantes, solidarios. Tenemos casi dos millones de haitianos conviviendo pacíficamente con nosotros, lado a lado, día a día, en todas partes, y no tenemos mas conflictos o riñas de los que tenemos normalmente con un connacional. Dominicanos y haitianos trabajan juntos en la industria de la construcción, en la agricultura, en el comercio, en los mercados, en el transporte, y hasta en la delincuencia.
No obstante, para ambos pueblos es necesario poner límites, regularizar esa situación, que ya se hace insostenible.
La responsabilidad con nuestros vecinos de la República de Haití la tienen quienes históricamente la han esclavizado, explotado y saqueado, esto es, principalmente, Francia y Usamérica
Además, son quienes tienen los recursos económicos para sacar al pueblo haitiano de su desgracia. La República Dominicana no tiene ni los recursos económicos ni el espacio para resolver el problema haitiano. Ni siquiera podemos con todos los problemas de nuestro propio pueblo, para que nos obliguen a echarnos un problema ajeno.
¡Pobre Duarte, tanto dolor y sacrificio para nada!
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