El Divino Loco - Simeón de Emesa, Santo.
Simeón El Loco (n. 522 d.C. en Emesa, antigua ciudad de Siria), Simeón Saló o El Monje Loco según el populacho. Personaje extraño y fuera de lo común desde su misma juventud. Distinguíase entre todos los de su edad por su piedad y fevor religioso. Por los caminos de Siria, junto a su inseparable amigo Juan, tan ardiente en fervor como él, fueron asaltados ...
...por la sed espiritual. Echaron suertes con unas monedas la decisión de seguir el camino del mundo o el retiro de este. Ganó un diez Simeón, número que seria su divisa espiritual durante toda su vida. Decididas así sus vidas, encamináronse en busca de la vida religiosa, llegando a un monasterio. Fueron recibidos por quien seria su primer guia espiritual e iniciador, el Santo Padre Nikón, Hégoumen de dicho lugar.
Pocos pero portentosos dias estuvieron los amigos en el monasterio. Desde allí fueron a vivir como los monjes herviboros en el desierto. En este se mantuvieron durante 29 años, entregados dia y noche a la oración, a la meditación y al silencio.
Algo singular pasa por la mente de Simeón, quien toma la resolución de dejar a su inseparable amigo para volver al mundo, pero vaya forma de volver la que decidió.
Liberado de todas las ataduras, tabues y consideraciones mundanas, decide burlarse del mundo con un divino propósito. Fue como si desde ya hubiera diseñado toda una estrategia al respecto. Hacerse pasar por loco para disfrazar sus milagros, los que a menudo acompaña con una acción reprobable desde el punto de vista ordinario e invariablemente usando la palabra "Imbécil".
Su entrada en Emesa es antológica: Agarra un perro muerto que encuentra en las afueras de la ciudad y atándolo de una pata se amarra la cuerda de la cintura, y entra corriendo en la ciudad seguido de una turba de niños, quienes le apedrean y le vociferan "¡eeh, un Monje Loco!".
Eso fue el comienzo. A seguidas se dirige a la iglesia y allí, luego de alborotar la sacralidad del servicio con el ruido que hace cascando nueces, prosigue su actuación ejercitando su punteria apagando las velas con la parte comestible de la nuez ... Se encarama sobre el púlpito... Alborota con gritos... Es echado de alli a la fuerza. Ya afuera, atina a virarle las mesas a los buhoneros y vendedores de frituras para la ofrenda que pululaban frente al templo. Ya mismo se gana una paliza.
Consigue que le acoja un tendero, donde tiene que vender comida. Vaya sorpresa. Simeón se come todo y reparte a los pobres lo demás, totalmente gratis. Le dice al tendero:
Es famoso su empleo con el tabernero, quien luego de propinarle una paliza por haber roto una ánfora del mejor vino (por una razón oculta que no viene al caso), lo perdona y le deja estar. Temiendo Simeón que ya no se le considere tan loco y todo le salga bién, se inventa una nueva locura, a saber, acecha que se acueste la esposa del tabernero. Simeón penetra en la habitación y comienza a desnudarse. A los gritos de la ultrajada, acude presuroso el tabernero, ve la estrafalaria escena y se arma la bronca. El Pobre Simeón da con sus huesos en la calle, encima una nueva golpiza, pero muerto de risa. Sus heridas, extráñamente, curaban casi enseguida.
Así, pasando por payaso, vestido con hojas de palma en la cabeza y racimos de uvas y ajos en la andrajosa sotana, comparte con borrachines, se prenda de prostitutas, camina junto a truhanes y rufianes, escandaliza a los más y busca bronca con todos. A unos les predica la abstinencia del vino mientras se toma una jarra del mejor, a ellas les habla de virtud y castidad mientras retozan de manos y besuqueos... a estos les predica disparates, a aquellos les responde sus inquietudes y luego les abofetea...
Simeón todo lo hace con gracia. Pero una gracia divina. Tiene carisma. Atrae con sus locuras, tiene un público. Pero tambien hace milagros, le toman por mago, profeta, curandero; también atrae porque hay un misterio en su vida, el misterio de lo divino que de alguna manera se percibe, se deja sentir. Quienes le descubren enmudecen hasta el dia de su muerte, cuando se les desata la lengua.
Todo lo que antecede, el destino de Juan su hermano espiritual, y muchísimas anécdotas y aventuras mas, están perféctamente registradas y domumentadas por su confesor Juan El Diácono y otras personas que participaron y se beneficiaron de sus milagros y curaciones. Hay referencias cruzadas de su vida que coinciden en todo. Es un personaje totalmente histórico y exactamente ubicado en el espacio y en el tiempo.
Durante toda esta travesia vital (fallece en el 590 dC), Simeón nunca deja de hacer un milagro aquí, una curación allá, una profecia sobre esto, una declaración juiciosa sobre aquello, pero siempre acompañada de una de sus calculadas locuras. Burlábase de una religiosidad malsana, todo seriedad, donde la risa y la alegria eran mal vistas, donde no habia lugar para el humor. Toda esta estrategia de simulada locura tiene por finalidad cumplir con su misión de enseñar, predicar, convertir, salvar, curar, para que por ello no se le atribuya mérito alguno. "Todo sea por y para gloria de Dios".
Si les ha gustado esta historia y desean más como esa, por favor me lo hacen saber con algún comentario.
Dr. Gnomegang.-
Liberado de todas las ataduras, tabues y consideraciones mundanas, decide burlarse del mundo con un divino propósito. Fue como si desde ya hubiera diseñado toda una estrategia al respecto. Hacerse pasar por loco para disfrazar sus milagros, los que a menudo acompaña con una acción reprobable desde el punto de vista ordinario e invariablemente usando la palabra "Imbécil".
Su entrada en Emesa es antológica: Agarra un perro muerto que encuentra en las afueras de la ciudad y atándolo de una pata se amarra la cuerda de la cintura, y entra corriendo en la ciudad seguido de una turba de niños, quienes le apedrean y le vociferan "¡eeh, un Monje Loco!".
Eso fue el comienzo. A seguidas se dirige a la iglesia y allí, luego de alborotar la sacralidad del servicio con el ruido que hace cascando nueces, prosigue su actuación ejercitando su punteria apagando las velas con la parte comestible de la nuez ... Se encarama sobre el púlpito... Alborota con gritos... Es echado de alli a la fuerza. Ya afuera, atina a virarle las mesas a los buhoneros y vendedores de frituras para la ofrenda que pululaban frente al templo. Ya mismo se gana una paliza.
Consigue que le acoja un tendero, donde tiene que vender comida. Vaya sorpresa. Simeón se come todo y reparte a los pobres lo demás, totalmente gratis. Le dice al tendero:
-Le he encargado a Dios que te guarde tu dinero. Lo tiene El. -
Allí consigue otra grave golpiza.
Allí consigue otra grave golpiza.
Es famoso su empleo con el tabernero, quien luego de propinarle una paliza por haber roto una ánfora del mejor vino (por una razón oculta que no viene al caso), lo perdona y le deja estar. Temiendo Simeón que ya no se le considere tan loco y todo le salga bién, se inventa una nueva locura, a saber, acecha que se acueste la esposa del tabernero. Simeón penetra en la habitación y comienza a desnudarse. A los gritos de la ultrajada, acude presuroso el tabernero, ve la estrafalaria escena y se arma la bronca. El Pobre Simeón da con sus huesos en la calle, encima una nueva golpiza, pero muerto de risa. Sus heridas, extráñamente, curaban casi enseguida.
Así, pasando por payaso, vestido con hojas de palma en la cabeza y racimos de uvas y ajos en la andrajosa sotana, comparte con borrachines, se prenda de prostitutas, camina junto a truhanes y rufianes, escandaliza a los más y busca bronca con todos. A unos les predica la abstinencia del vino mientras se toma una jarra del mejor, a ellas les habla de virtud y castidad mientras retozan de manos y besuqueos... a estos les predica disparates, a aquellos les responde sus inquietudes y luego les abofetea...
Simeón todo lo hace con gracia. Pero una gracia divina. Tiene carisma. Atrae con sus locuras, tiene un público. Pero tambien hace milagros, le toman por mago, profeta, curandero; también atrae porque hay un misterio en su vida, el misterio de lo divino que de alguna manera se percibe, se deja sentir. Quienes le descubren enmudecen hasta el dia de su muerte, cuando se les desata la lengua.
Todo lo que antecede, el destino de Juan su hermano espiritual, y muchísimas anécdotas y aventuras mas, están perféctamente registradas y domumentadas por su confesor Juan El Diácono y otras personas que participaron y se beneficiaron de sus milagros y curaciones. Hay referencias cruzadas de su vida que coinciden en todo. Es un personaje totalmente histórico y exactamente ubicado en el espacio y en el tiempo.
Durante toda esta travesia vital (fallece en el 590 dC), Simeón nunca deja de hacer un milagro aquí, una curación allá, una profecia sobre esto, una declaración juiciosa sobre aquello, pero siempre acompañada de una de sus calculadas locuras. Burlábase de una religiosidad malsana, todo seriedad, donde la risa y la alegria eran mal vistas, donde no habia lugar para el humor. Toda esta estrategia de simulada locura tiene por finalidad cumplir con su misión de enseñar, predicar, convertir, salvar, curar, para que por ello no se le atribuya mérito alguno. "Todo sea por y para gloria de Dios".
Fuentes:
Leoncio De Neápolis - Vida y Conducta De Aba Simeón, Llamado Loco Por Causa De Cristo - Ediciones Siruela S.A., 1999
Catholic.net - San Simeón El Loco
Internet - Simeón El Loco
Leoncio De Neápolis - Vida y Conducta De Aba Simeón, Llamado Loco Por Causa De Cristo - Ediciones Siruela S.A., 1999
Catholic.net - San Simeón El Loco
Internet - Simeón El Loco
Si les ha gustado esta historia y desean más como esa, por favor me lo hacen saber con algún comentario.
Dr. Gnomegang.-
Está buenísima esta historia de Simeon el Loco. No la conocía. Voy a investigar mas sobre él.
ResponderEliminarGracias.
Jaime.
Y todavia hay muchísimo mas sobre el. Te recomiendo busques el libro de ed. Siruela, Historias Bizantinas de Locura y Santidad, es buenísimo!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo hermano!