De The Matrix - Reflexiones desde un Tiovivo Estelar
La trascendencia cultural de una película como The Matrix en la sociedad contemporánea merece que se le dedique un poco de tiempo a estudiar sus planteamientos filosóficos o ideológicos. A todas luces planteamientos que inducen al error existencial y a una visión falsa de lo real, pues sorprendentemente para muchos analistas, pero no para Ogamov, muchísima gente se ha tomado en serio el asunto, que no debió pasar de ser una mera película de acción y buena Ciencia Ficción, pero que la gente de Magubor, los maguborregs por supuesto, se lo ha tragado todo literalmente, al pié (?) de la Letra (¿Por qué no La Mano de La Letra?).
Pero remarcando lo que digo, se necesita tiempo para ello, y en estos momentos ando escaso del mismo para ello. Por ahora, solo voy a decir lo siguiente como adelanto, por la sencilla razón de que hay que decirlo.
Matriz Alquímica
El concepto moderno de La Matrix no es mas que una mala imitación de Maya y el Sámsara, en su planteamiento, así como de la Matrix o Matriz Alquímica en el uso del nombre. Pura ciencia ficción. Imitación fabricada con fines aviesos, como lo es toda falsificación. Su finalidad clara y por supuesto exitosa, gracias al respaldo económico del poder, es desviar el conocimiento de una vía de escape probada y segura hacia un falso conocimiento pseudocientifico y a la vez pseudomístico sobre La Realidad. Todo un esfuerzo de Devilwood por sustituir lo legítimo por lo usurpado, lo auténtico por lo falso, lo real por la ficción.
Como cosa curiosa, argumentalmente la película la echan a perder en la tercera entrega, pues esta pierde toda su fuerza:
A- Parece que sus elucubradores sienten una necesidad irrenunciable de presentar siempre a los buenos bajo una forma de gobierno o dirección política Imperial, aunque para cubrir las apariencias, con una estructura parlamentaria. Muy a lo Star Treek y su Federación Galáctica, o al clandestinismo de los buenos en el Star Wars de Lucas. Ese va a ser siempre un patrón de comportamiento de los productores y directores de “Hollywood”.
B- La guerra, mediante la aparición visible de las máquinas en combates directos entre estas y humanos, dentro de la misma Matrix, es incongruente y a la vez desarma el suspense argumental de la película, aunque precisamente, ese es uno de los objetivos ocultos de la producción, adivine usted. Es una constante en Devilwood.
MAYA: “Nada Es Lo Que Parece”
II
No os confundais: el que Maya signifique que el mundo sea ilusorio de ninguna manera quiere decir que no sea real, en los términos en que se nos presenta. La aparente contradicción se debe a una equivocada perspectiva cultural sobre la dualidad mente-materia.
El Sámsara o su característica, Maya, es tan real como podamos concebirlo, sin que lo que se nos presente a los sentidos sea en verdad lo que parece. Pero un porrazo es un porrazo, en el Sámsara y fuera de el, así como una patada en el culo dolerá lo mismo ahí, estemos en el plano físico o en el astral, o en la décima dimensión o en la centécima densidad, (como quieren llamarle ahora los tergiversadores canalizadores a los niveles sutíles de existencia) por mas que nos esforcemos en negarlo como un fenómeno ilusorio producto de Maya.
“Lo Real” ES ilusorio, porque es insustancial, impermanente, Vacío de existencia intrínseca, de existencia independiente como cosa, o per se, en tanto participa de la relatividad. Porque cuando se busca la Cosa en SI, con independencia de lo demás, en el mundo “real”,
jamás se le va a encontrar.
Porque en el mundo de lo real todo, absolutamente todo es compuesto, transitorio, perecedero y sujeto a las inexorables Leyes del Cambio, el Cambio Perpetuo.
Pero YA es menester dejarlo ahí, por ahora.